Prevención de las maloclusiones

Prevención de las maloclusiones

Cuando se altera el proceso de crecimiento y desarrollo de la cara (maxilofacial o craneofacial) o la implantación dentaria no es la esperada, estamos ante una maloclusión. A los 4 años el esqueleto craneofacial del niño alcanza el 60% del tamaño del adulto, a los 12 años ya ocurrió el 90% del crecimiento facial. Esperar que el 90% de las deformidades se establezcan, para después iniciar un tratamiento ortodóncico, no está de acuerdo con las recomendaciones para la prevención del las Sociedades Científicas (Sociedad Española de Ortodoncia y Asociación Americana de Ortodoncia).

La prevención comienza desde el nacimiento con el pediatra, quien acompaña al niño en sus primeras etapas del desarrollo; el pediatra debe asesorar a los padres, detectar signos de alarma y coordinar la intervención del especialista indicado en el momento oportuno.

Lactancia Materna : El recién nacido posee una retroposición mandibular fisiológica, que se corrige espontáneamente mediante la succión del pezón que realiza en niño en la lactancia materna y garantiza el crecimiento armónico de los maxilares cuanto más se practique. Además favorece el vínculo afectivo madre hijo.

Alimentación con biberón :

• Tetina anatómica, con orificio de salida de la leche pequeño, para estimular los movimientos de succión.

• Posición semisentada, de manera que la leche no caiga por acción de la gravedad sino por la succión del bebé, esto asegura que la cantidad de líquido no sobrepase las posibilidades de deglución, para que la lengua no adopte una posición inadecuada de contención del líquido.

• Limitar su uso al momento de la alimentación para evitar que se instale el hábito de succión, que altera el crecimiento y desarrollo normal de los maxilares.

• Reemplazar el biberón por un vaso antes de los dos años ya que en este momento comienza el traspaso de la deglución infantil a la deglución madura, con todo lo que ello implica. Mantener el uso del biberón retrasa la adquisición de patrones musculares adecuados a una deglución madura, lo que favorece la deglución disfuncional.

Chupete : se recomienda chupete anatómico, tiempo de uso diario el menor posible y retirar el chupete antes de los 2 años. Esta edad que le permite al niño satisfacer sus necesidades y canalizar sus ansiedades por otros medios. La prolongación de su uso podría tener un efecto nocivo.

La persistencia de hábitos, como la succión digital, labial o de objetos, puede ser causa primaria de maloclusión (mordida abierta anterior, adelantamiento de incisivos superiores, posición retrasada de los inferiores). También los hábitos posturales inadecuados modifican la posición de la mandíbula, que a su vez altera la respiración y la deglución.

Prevenir la aparición de caries en los dientes temporales o de leche, debido a que éstos mantienen de forma natural el espacio necesario para la erupción y ubicación adecuada de los dientes definitivos o permanentes, no sólo es saludable sino una premisa obligatoria para mantener una oclusión correcta o normoclusión.

La edad de primera consulta con el dentista recomendada es a los 3-4 años; sin embargo, los cuidados comienzan mucho antes.

El pediatra será quien asesore a los padres con respecto a:

• Disminuir el consumo de azúcares ( hidratos de carbono ).

• Indicar la cantidad necesaria de azúcar de acuerdo con el tipo de leche.

• Recomendar la higiene dental desde la aparición del primer diente en la boca, mediante una gasa estéril o cepillo de silicona.

En posteriores artículos hablaremos de la importancia de preservar la función respiratoria, para que el crecimiento y desarrollo orofacial sean óptimos.



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